Aquest hivern va començar de forma sobtada a finals de Novembre quan una depressió mediterrània envia un front de pluges el dia 27, obrint el pas a una onada de fred d’origen continental. No va nevar a Barcelona però s’arriba a -4,7ºC el dia 29, temperatura que encara és el registre més baix mesurat a un mes de Novembre a Barcelona.
El fred va ser tan intens com curt. Desembre comença amb temperatures molt més suaus i pluges: "El tiempo continua metido en aguas: á las lluvias del lunes siguieron tres ó cuatro fuertes rociadas ayer tarde y noche que dejaron al pavimento de nuestras calles y paseos en lamentable estado.
En las del Ensanche formáronse los extensos charchos de lodo de costumbre, en el arroyo, mientras en las aceras lo falso del afirmado hacía difícil el tránsito, sin hundirse hasta los tobillos: la Rambla convirtióse en cenagoso Skating-ring, en competencia con las placas metálicas que cubren las bocas de las cloacas en algunas calles y que por el uso se han vuelto resbaladizas en estremo.
El tiempo continua cubierto, amenazando nuevas lluvias aunque sin que el frio se deje sentir como en días anteriores." LV. 10-12-1890.
En las del Ensanche formáronse los extensos charchos de lodo de costumbre, en el arroyo, mientras en las aceras lo falso del afirmado hacía difícil el tránsito, sin hundirse hasta los tobillos: la Rambla convirtióse en cenagoso Skating-ring, en competencia con las placas metálicas que cubren las bocas de las cloacas en algunas calles y que por el uso se han vuelto resbaladizas en estremo.
El tiempo continua cubierto, amenazando nuevas lluvias aunque sin que el frio se deje sentir como en días anteriores." LV. 10-12-1890.
Va ser un miratge doncs el dia 12, després del episodi de pluges que narra el cronista, l’ambient plenament hivernal torna ser protagonista durant una setmana. Llegint les cròniques periodístiques d'aquells dies podem copsar una mica el dia a dia barceloní en les dates prèvies al Nadal: "El día se deslizó ayer frío y en estremo variable, luciendo á ratos un sol agradable que templaba la fría brisa que se dejaba sentir y quedando velado durante otros, en especial por la tarde, por densos vapores que sin cesar cruzaban el horizonte.
Las aguas del puerto, permanecieron tranquilas aunque altas, y las de la rada avanzaron algo su turbulencia del día anterior.
Los paseos se vieron con la animación de costumbre: pero la gente se refugió con preferencia en cafés, círculos y teatros cuya temperatura era más agradable que la de la calle." LV. 15-12-1890.
Las aguas del puerto, permanecieron tranquilas aunque altas, y las de la rada avanzaron algo su turbulencia del día anterior.
Los paseos se vieron con la animación de costumbre: pero la gente se refugió con preferencia en cafés, círculos y teatros cuya temperatura era más agradable que la de la calle." LV. 15-12-1890.
Cal ressenyar que les temperatures aquests dies no passaven dels 8 ó 9 graus i les mínimes baixaven fins a 2 ó 3 sota zero a la mateixa Barcelona. Tres dies més tard llegim a La Vanguardia: "Ayer, como el día anterior, se presentó el tiempo hermoso luciendo el sol en todo su esplendor templando con sus benéficos rayos la crudeza del frio propio de la estación.
Durante la mañana y primeras horas de la tarde, los Paseos de Gracia y Colón se ven en extremo concurridos por grandes y chicos que van á tomar cómodamente el sol, el gran vivificador de la naturaleza.
Al anochecer, la calle de Fernando continua siendo el paseo predilecto en el invierno á aquella hora, de una gran multitud de desocupados y curiosos que acuden cada uno según sus aficiones, los unos á admirar la riqueza y buen gusto de los aparadores de las lujosas tiendas situadas en aquella vía; los otros —y no son pocos— á contemplar la obra de la naturaleza que se exhibe en forma de bellas y elegantes mugeres, encanto de la ciudad." LV. 18-12-1890.
Un nou episodi plujós, no gaire important, permet la celebració de la festivitat de Sant Tomàs, el 21 de Desembre, del qual La Vanguardia ens fa una glosa, cliqueu aquí i llegiu al final de la tercera columna en l'article " El día de ayer". Els dies de Nadal tornen les mínimes sota zero seguides d'un temporal de llevant pels Sants Innocents que provoca danys en algunes platges del Maresme, Arenys i Sant Pol especialment.
Durante la mañana y primeras horas de la tarde, los Paseos de Gracia y Colón se ven en extremo concurridos por grandes y chicos que van á tomar cómodamente el sol, el gran vivificador de la naturaleza.
Al anochecer, la calle de Fernando continua siendo el paseo predilecto en el invierno á aquella hora, de una gran multitud de desocupados y curiosos que acuden cada uno según sus aficiones, los unos á admirar la riqueza y buen gusto de los aparadores de las lujosas tiendas situadas en aquella vía; los otros —y no son pocos— á contemplar la obra de la naturaleza que se exhibe en forma de bellas y elegantes mugeres, encanto de la ciudad." LV. 18-12-1890.
Un nou episodi plujós, no gaire important, permet la celebració de la festivitat de Sant Tomàs, el 21 de Desembre, del qual La Vanguardia ens fa una glosa, cliqueu aquí i llegiu al final de la tercera columna en l'article " El día de ayer". Els dies de Nadal tornen les mínimes sota zero seguides d'un temporal de llevant pels Sants Innocents que provoca danys en algunes platges del Maresme, Arenys i Sant Pol especialment.
A finals de l’any torna la bonança que dura fins el dia de Reis: "A los dos días de espléndido sol y temperatura apacible que nos dispensó la naturaleza, ha sucedido un día lluvioso y frio en estremo, á lo cual ayuda un airecillo Norte que hace chupar los dedos y no de gusto." LV. 07-01-1891. És aquella mateixa matinada del 6 al 7 de Gener, quan es desferma una violenta tempesta amb calamarsa i un descens acusat de la temperatura que deixa les muntanyes de la serralada Litoral ben blanques. La onada de fred posterior fa exclamar al periodista de La Vanguardia, que el dia 9 de Gener ens descriu una Barcelona gèlida com poques vegades passa: "Día crudo si lo hay en el por lo común templado clima de Barcelona fue el día de ayer.
La noche anterior como consignamos ayer había sido fría, pero la madrugada nada tuvo que envidiar á las mas frías de las zonas glaciales.
No se crea que exageramos: al retirarnos la madrugada anterior de la redacción el agua depositada en los mil charcos con que la incuria municipal y el mal estado de los empedrados adornan las calles de la ciudad, estaban completamente helados.
Las inmediaciones da las fuentes públicas que como es sabido están todas rodeadas de inmenso lodazal, los paraderos da los tranvías, las charcas procedentes de las últimas lluvias, todo estaba completamente helado.
Los surtidores situados en las plazas públicas presentaban enormes carámbanos de hielo, y en la taza de los mismos se veían grandes pedazos de lo mismo.
Con estos antecedentes amaneció el día: día espléndido, claro, despejado, con sol brillante pero sazonado de un vientecillo frío que cortaba el rostro como una navaja.
La gente que transitaba por calles y paseos iba aprisa, tapada hasta los ojos y con las manos en los bolsillos respectivos, como si en ellos llevaran un tesoro.
Caras bonitas ayer no las hubo en la ciudad porque las que salieron á la calle desaparecían bajo velos, pañuelos y bufandas, que eran la desesperación de tanto pirata callejero que va en busca —en verano y en invierno— de estos rostros divinos que son el encanto de la capital.
Al anochecer continuaba el vientecillo frío, las charcas continuaban heladas y en algunos sitios, como en las fuentes de las plazas de Medinaceli y Palacio el agua de los surtidores ai salpicar los macizos inmediatos convertíase en carámbanos de hielo que las daba un aspecto como si hubiera nevado sobre ellos.
La noche continuó fría, con un frio seco que helaba las palabras en la boca.
La Rambla estaba desierta y tan solo la cruzaban los que tenían imprescindible necesidad de ello, viniendo de los cafés y teatros —que se vieron muy poco concurridos— tan solo algún impertérrito Ramblista, les gorriones en los árboles y los trincheraires, esos otros gorriones de ciudades, acurrucados en los rincones trasmitiéndose unos á otros el escaso calor que irradiaban sus cuerpos." LV. 09-01-1891.
La noche anterior como consignamos ayer había sido fría, pero la madrugada nada tuvo que envidiar á las mas frías de las zonas glaciales.
No se crea que exageramos: al retirarnos la madrugada anterior de la redacción el agua depositada en los mil charcos con que la incuria municipal y el mal estado de los empedrados adornan las calles de la ciudad, estaban completamente helados.
Las inmediaciones da las fuentes públicas que como es sabido están todas rodeadas de inmenso lodazal, los paraderos da los tranvías, las charcas procedentes de las últimas lluvias, todo estaba completamente helado.
Los surtidores situados en las plazas públicas presentaban enormes carámbanos de hielo, y en la taza de los mismos se veían grandes pedazos de lo mismo.
Con estos antecedentes amaneció el día: día espléndido, claro, despejado, con sol brillante pero sazonado de un vientecillo frío que cortaba el rostro como una navaja.
La gente que transitaba por calles y paseos iba aprisa, tapada hasta los ojos y con las manos en los bolsillos respectivos, como si en ellos llevaran un tesoro.
Caras bonitas ayer no las hubo en la ciudad porque las que salieron á la calle desaparecían bajo velos, pañuelos y bufandas, que eran la desesperación de tanto pirata callejero que va en busca —en verano y en invierno— de estos rostros divinos que son el encanto de la capital.
Al anochecer continuaba el vientecillo frío, las charcas continuaban heladas y en algunos sitios, como en las fuentes de las plazas de Medinaceli y Palacio el agua de los surtidores ai salpicar los macizos inmediatos convertíase en carámbanos de hielo que las daba un aspecto como si hubiera nevado sobre ellos.
La noche continuó fría, con un frio seco que helaba las palabras en la boca.
La Rambla estaba desierta y tan solo la cruzaban los que tenían imprescindible necesidad de ello, viniendo de los cafés y teatros —que se vieron muy poco concurridos— tan solo algún impertérrito Ramblista, les gorriones en los árboles y los trincheraires, esos otros gorriones de ciudades, acurrucados en los rincones trasmitiéndose unos á otros el escaso calor que irradiaban sus cuerpos." LV. 09-01-1891.
Mapa isobàric i situació de les temperatures a 850 hPa (uns 1500 metres d'alçada) el dia 9 de Gener, quan es va escriure la crònica anterior.
Eren els efectes d'una primera onada de fred. El 10 de Gener la mínima va ser de -4,1ºC i ja hi havia consciència de que el fred experimentat feia temps que no es vivia. Potser pensaven que seria cosa de dos dies però això només va ser el principi: "La temperatura que reinó durante el día de ayer fué, sin dejar de ser crudísima, más bonancible que la del anterior. Los hoyos al pie de los árboles de muchos paseos, los charcos de las fuentes y los pilones de algunos surtidores, conservaron el hielo hasta muy avanzado el día, y hasta en algunos no se derritió del todo.
El viento norte cedió algo y la noche no fue tan fría como la última. No obstante la desanimación en calles y sitios de recreo fue notable.
Según algunas personas que pueden saberlo hace más de veinte años no se había experimentado en Barcelona un frío igual al que ha reinado estos días." LV. 10-01-1891.
Respecte a la darrera afirmació del periodista, que posa en evidència que el sensacionalisme no és moda de la nostra època si no que és inherent als humans, només feia dos mesos que la temperatura encara va ser més baixa que aquest dia de Gener, com s'indica al principi d'aquest article, i si mirem altres hiverns només feia 3 anys, al Gener de 1887, que la temperatura va baixar fins a -5,8ºC. La memòria meteorològica sempre és dolenta.
Després d’una breu recuperació tèrmica amb màximes entre els 10-12 graus i mínimes lleugerament per sobre dels zero graus i que va durar fins el dia 17, els barcelonins van viure una de les onades de fred siberià més importants dels darrers segles. A l'interior de Catalunya, el fred no va afluixar degut a l'estancament de l'aire fred, circumstància que porta conseqüències a la industria catalana: "Las fábricas de la parta alta del Llobregat que no tienen motor de vapor han suspendido sus trabajos por haberse helado el agua que dá movimiento á los motores hidráulicos." LV. 18-01-1891.
En aquest ordre de coses, la segona advecció freda d'aquest mes arribava a Catalunya. Les cròniques periodístiques ens donen una idea de la fredorada: "Parece como que el clima de Barcelona se haya cansado de oírse apellidar suave y templado y quiera equiparse al que disfrutan las poblaciones de las regiones del Norte.
El frío de los días anteriores, continuó tan intenso ó más si cabe en el día de ayer, pese á los benéficos rayos solares que prestaron mientras lució, el mismo calor que una farola eléctrica.
La madrugada fue de las más crudas que de muchos años á esta parte se hayan experimentado en esta ciudad y la helada tan intensa que muy entrado el día aparecieron con caprichosos adornos de hielo los surtidores y fuentes de la ciudad.
Muchos eran los transeúntes que se detenían a contemplar los enormes carámbanos de hielo que cubrían cual blancos encajes los caballos marinos y geniecillos de la fuente de la Plaza de Palacio, la negra fuente de las tres gracias de la Plaza Real y los macizos de boj y flores que las rodean, cubiertos de una gran capa de escarcha.
El lago del Parque en su parte inmediata a las escaleras, debajo del puente, las tazas de los surtidores, los aljibes y lavaderos, los charcos al pie de ios árboles, todo estaba congelado.
El termómetro marcó temperaturas inverosímiles en esta ciudad. A las 11 de la mañana señalaba dos grados sobre cero, pero á las tres de la tarde bajó hasta cero continuando en este sitio con tendencia a bajar. En la madrugada había descendido hasta seis grados.
A todo esto soplaba un airecillo sutil, que por la tarde alcanzó honores de viento, que hizo en extremo incómoda la estancia en todos los sitios al aire libre, por lo cual las calles y paseos se vieron desiertos.
Al amanecer se cubrió el cielo de nubes, el viento calmó y a eso de las nueve cayeron algunos copos de nieve, continuando el tiempo con grandes indicios de próxima nevada.
Este descenso de temperatura ha de influir necesariamente en la salud, no ya de la gente enfermiza si qué aun de la sana y robusta. Las toses y resfriados abundan y de accidentes y muertes repentinas también se han dado casos." LV. 19-01-1891.
El viento norte cedió algo y la noche no fue tan fría como la última. No obstante la desanimación en calles y sitios de recreo fue notable.
Según algunas personas que pueden saberlo hace más de veinte años no se había experimentado en Barcelona un frío igual al que ha reinado estos días." LV. 10-01-1891.
Respecte a la darrera afirmació del periodista, que posa en evidència que el sensacionalisme no és moda de la nostra època si no que és inherent als humans, només feia dos mesos que la temperatura encara va ser més baixa que aquest dia de Gener, com s'indica al principi d'aquest article, i si mirem altres hiverns només feia 3 anys, al Gener de 1887, que la temperatura va baixar fins a -5,8ºC. La memòria meteorològica sempre és dolenta.
Després d’una breu recuperació tèrmica amb màximes entre els 10-12 graus i mínimes lleugerament per sobre dels zero graus i que va durar fins el dia 17, els barcelonins van viure una de les onades de fred siberià més importants dels darrers segles. A l'interior de Catalunya, el fred no va afluixar degut a l'estancament de l'aire fred, circumstància que porta conseqüències a la industria catalana: "Las fábricas de la parta alta del Llobregat que no tienen motor de vapor han suspendido sus trabajos por haberse helado el agua que dá movimiento á los motores hidráulicos." LV. 18-01-1891.
En aquest ordre de coses, la segona advecció freda d'aquest mes arribava a Catalunya. Les cròniques periodístiques ens donen una idea de la fredorada: "Parece como que el clima de Barcelona se haya cansado de oírse apellidar suave y templado y quiera equiparse al que disfrutan las poblaciones de las regiones del Norte.
El frío de los días anteriores, continuó tan intenso ó más si cabe en el día de ayer, pese á los benéficos rayos solares que prestaron mientras lució, el mismo calor que una farola eléctrica.
La madrugada fue de las más crudas que de muchos años á esta parte se hayan experimentado en esta ciudad y la helada tan intensa que muy entrado el día aparecieron con caprichosos adornos de hielo los surtidores y fuentes de la ciudad.
Muchos eran los transeúntes que se detenían a contemplar los enormes carámbanos de hielo que cubrían cual blancos encajes los caballos marinos y geniecillos de la fuente de la Plaza de Palacio, la negra fuente de las tres gracias de la Plaza Real y los macizos de boj y flores que las rodean, cubiertos de una gran capa de escarcha.
El lago del Parque en su parte inmediata a las escaleras, debajo del puente, las tazas de los surtidores, los aljibes y lavaderos, los charcos al pie de ios árboles, todo estaba congelado.
El termómetro marcó temperaturas inverosímiles en esta ciudad. A las 11 de la mañana señalaba dos grados sobre cero, pero á las tres de la tarde bajó hasta cero continuando en este sitio con tendencia a bajar. En la madrugada había descendido hasta seis grados.
A todo esto soplaba un airecillo sutil, que por la tarde alcanzó honores de viento, que hizo en extremo incómoda la estancia en todos los sitios al aire libre, por lo cual las calles y paseos se vieron desiertos.
Al amanecer se cubrió el cielo de nubes, el viento calmó y a eso de las nueve cayeron algunos copos de nieve, continuando el tiempo con grandes indicios de próxima nevada.
Este descenso de temperatura ha de influir necesariamente en la salud, no ya de la gente enfermiza si qué aun de la sana y robusta. Las toses y resfriados abundan y de accidentes y muertes repentinas también se han dado casos." LV. 19-01-1891.
Situació atmosfèrica el dia 18 de Gener de 1891. Podem veure com la isoterma de -15ºC a 850 hPa, fet molt poc freqüent, abraça tota Catalunya.
La situació a la resta de Espanya i Europa occidental no era gaire diferent. El fred i en alguns casos la neu era la noticia arreu: "Las noticias recibidas de provincias y del extranjero acusan también un gran descenso en la temperatura.
Las comunicaciones se hacen dificilísimas á causa da la nieve que obstruye vías férreas y carreteras.
En Madrid, como puede verse en la sección telegráfica, se ha desencadenado un gran huracán.
En los Pirineos han caido grandes nevadas, obstruyendo todos los pasos: los lobos salen de sus guaridas y se han presentado en los pueblos.
Continúa nevando en La Coruna en cantidad extraordinaria.
La nevada es general, no sólo en España sino en Europa, según las últimas noticias recibidas, habiendo alcanzado hasta poblaciones donde hace años no la habían visto, lo cual ya casi es un consuelo para nosotros.
El sábado nevó en Roma, en Nápoles, donde llegó á suspenderse la circulación, en Cannes, residencia de regios tísicos, en Mascou, en Genova.
En estas y otras poblaciones el termómetro ha descendido notablemente, llegando á señalar ocho grados bajo cero en Niza, catorce en Lión y en Madrid, y diez y seis en Sanmur, donde se ha helado el Seoiria en toda su profundidad. Hasta al Africa han alcanzado los fuertes fríos del invierno actual. Según telegramas de Argelia ha nevado en muchísimos puntos de aquel territorio, y algunas caravanas salidas de Hemccen han quedado bloqueadas por la nieve cerca de Sebdau.
Menos mal si sale cierto el refrán de: año de nieves año de bienes." LV. 19-01-1891.
El dia 18 de Gener, apart d’enregistrar una minsa precipitació en forma de neu al voltant de les 9 del matí, es mesura la temperatura mínima més baixa registrada mai a Barcelona ciutat, des de 1780 que hi han observatoris meteorològics, amb -9,6ºC a la Plaça Universitat.El fred intens mereix un article apart a La Vanguardia del dia 20 de Gener:
Esto no obstante el agua con que los solícitos barrenderos de la ciudad inundaron calles, ramblas y paseos durante las primeras horas de ia mañana helóse acto continuo y en algunos puntos, como en las Rondas, subsistió el hielo pese al sol que brilló durante la mayor parte dal día.
A la caida de la tarde el sol que hacía un par de horas estaba cubierto por densos vapores amortiguó el calor de sus rayos refrescando acto seguido la temperatura y empezando una nueva helada casi igual á la de los días anteriores.
A esa hora visitamos de nuevo los sitios donde los efectos del intenso frío que reina se han dejado sentír con mayor intensidad.
Las charcas, barrizales y demás sitios de las vías públicas donde en mayor ó menor cantidad se había acumulado el agua, procedente del riego ó de desagues naturales continuaban heladas.
En el Parque y frente á todos los sitios designados como sitios notables para contemplar los efectos del frio había numerosa concurrencia de gente deseosa de contemplar los caprichosos dibujos y combinaciones que el hielo les había impreso.
En el Parque aparecía helada la cascada, de la que descendían enormes carámbanos de hielo en especial junto á los vertederos resguardados del sol: el lago de la misma en sus orillas, el riachuelo en toda su extensión y el gran lago en sus cuatro quintas partes tenían su superficie conjelada de un grosor tal, que las piedras y ladrillos qua arrojaban los curiosos —pese á la vigilancia de los guardias— no podían romperlo.
A las cinco de la tarde, la barquilla del Ayuntamiento, rompiendo con garfios de hierro el hielo que lo circundaba, atracó junto al islote del caimán y sacó al caimán que en él habita, hallándolo vivo y transportándole á sitio más resguardado de la temperatura glacial que reina.
En el espacio que dejó libre la helada se paseaban y zambullían y se agitaban y hacían mil correrías los patos, anades y demás aves acuáticas que en el Parque tienen alojamiento acompañadas de gran número de similares silvestres que en el mismo se han refugiado huyendo del frío de otros lugares. Entre ellas llamaban la atención unas aves llamadas pollas marinas de rico plumaje que también se han avecindado en aquel sitio de recreo.
Las fuentes y surtidores públicos continuaron con sus fantásticos adornos de hielo; si bien de menor duración. Las matas que rodean la fuente de la Plaza de Palacio, presentaban á la caída de la tarde, curiosísimo aspecto de blancas estalactitas que descendían hasta el suelo. Los caballos tritones, los leones y geniecillos de la misma ostentaban gruesos velos de hielo hasta la taza del pilón.
La fuente de Hércules inmediata al palacio de Bellas Artes tenía el aspecto de un gran monumento de hielo.
Los cocheros de tranvías y jardineras llevaban las manos resguardadas por enormes guantes de materia que variaban desde el algodón á la piel de cabra.
Durante la noche fueron muchas las calles donde serenos y vigilantes, deponiendo antiguos odios, departian agradablemente alrededor de hogueras mayores ó menores, en especial en el Ensanche donde la anchura de las calles hace más cruda la acción de la temperatura.
Y á todo esto los termómetros públicos riéndose del frío de la gente. Numeroso público consulta día y noche el termómetro de casa Dalmau en la Rambla y el del Parque y en ellos se encuentra con que señala temperaturas incompatibles con el frío que se siente, y de que esto no es exajeración baste decir que el último, el del Parque, señalaba á las cinco de la tarde de ayer á los curiosos que soplándose los dedos la consultaban, ocho grados sobro cero, cuando la helada escarcha de las cercanías indicaba un calórico muy inferior, debido quizás á estar entre cristales y no á la acción directa del ambiente esterior.
El agua que en las casas particulares tienen en depósitos al aire libre quedó en muchos de ellos helada como también las cañerías de conducción, las cuales estallaron con la presión é inundaron pisos y terrados.
Escusado es decir que en los Mercados las hortalizas aparecían cubiertas de escarcha y que en especial en el de la Boquería donde las vendedoras están poco menos que al aire libre, el pavimento era un enorme y gratuito skating-ring.
Las pobres avecillas que sientan sus reales en los paseos públicos de la capital, tienen para consolarse del frio que sienten la compañía de roquerols avies y otros que de otras regiones han venido á la ciudad.
Las plantas de jardines públicos y particulares han sentido también ios rigurosos efectos de la temperatura, pues son muchas las que han sido victimas de la crudeza de la misma.
Las comunicaciones están interrumpidas en Francia, Austria, Hungría, Italia y Alemania á consecuencia de la gran cantidad de nieve caída.
Están helados el Ebro, Bidasoa, la mayor parte de los secundarios del Norte de España, el Loire, el Marne, el Garona, el Sena y el Ródano en Francia.
El termómetro ha descendido á 14 grados bajo cero en Burdeos, Tolosa, Lión, Setif, Nimes, Moscou, Burgos, Valladolid, Segovia y otras capitales.
En Génova por primera vez desde 1854 se ha helado por completo el puerto.
Estas noticias casi le consuelan a uno del frio que se deja sentir en esta ciudad."
Las comunicaciones se hacen dificilísimas á causa da la nieve que obstruye vías férreas y carreteras.
En Madrid, como puede verse en la sección telegráfica, se ha desencadenado un gran huracán.
En los Pirineos han caido grandes nevadas, obstruyendo todos los pasos: los lobos salen de sus guaridas y se han presentado en los pueblos.
Continúa nevando en La Coruna en cantidad extraordinaria.
La nevada es general, no sólo en España sino en Europa, según las últimas noticias recibidas, habiendo alcanzado hasta poblaciones donde hace años no la habían visto, lo cual ya casi es un consuelo para nosotros.
El sábado nevó en Roma, en Nápoles, donde llegó á suspenderse la circulación, en Cannes, residencia de regios tísicos, en Mascou, en Genova.
En estas y otras poblaciones el termómetro ha descendido notablemente, llegando á señalar ocho grados bajo cero en Niza, catorce en Lión y en Madrid, y diez y seis en Sanmur, donde se ha helado el Seoiria en toda su profundidad. Hasta al Africa han alcanzado los fuertes fríos del invierno actual. Según telegramas de Argelia ha nevado en muchísimos puntos de aquel territorio, y algunas caravanas salidas de Hemccen han quedado bloqueadas por la nieve cerca de Sebdau.
Menos mal si sale cierto el refrán de: año de nieves año de bienes." LV. 19-01-1891.
El dia 18 de Gener, apart d’enregistrar una minsa precipitació en forma de neu al voltant de les 9 del matí, es mesura la temperatura mínima més baixa registrada mai a Barcelona ciutat, des de 1780 que hi han observatoris meteorològics, amb -9,6ºC a la Plaça Universitat.El fred intens mereix un article apart a La Vanguardia del dia 20 de Gener:
LA TEMPERATURA
"El día de ayer, si bien frío en extremo, no lo fue tanto como su anterior, gracias á los rayos solares que amortiguaron con su benéfico calor la intensa helada que cayó de nuevo durante la noche.Esto no obstante el agua con que los solícitos barrenderos de la ciudad inundaron calles, ramblas y paseos durante las primeras horas de ia mañana helóse acto continuo y en algunos puntos, como en las Rondas, subsistió el hielo pese al sol que brilló durante la mayor parte dal día.
A la caida de la tarde el sol que hacía un par de horas estaba cubierto por densos vapores amortiguó el calor de sus rayos refrescando acto seguido la temperatura y empezando una nueva helada casi igual á la de los días anteriores.
A esa hora visitamos de nuevo los sitios donde los efectos del intenso frío que reina se han dejado sentír con mayor intensidad.
Las charcas, barrizales y demás sitios de las vías públicas donde en mayor ó menor cantidad se había acumulado el agua, procedente del riego ó de desagues naturales continuaban heladas.
En el Parque y frente á todos los sitios designados como sitios notables para contemplar los efectos del frio había numerosa concurrencia de gente deseosa de contemplar los caprichosos dibujos y combinaciones que el hielo les había impreso.
En el Parque aparecía helada la cascada, de la que descendían enormes carámbanos de hielo en especial junto á los vertederos resguardados del sol: el lago de la misma en sus orillas, el riachuelo en toda su extensión y el gran lago en sus cuatro quintas partes tenían su superficie conjelada de un grosor tal, que las piedras y ladrillos qua arrojaban los curiosos —pese á la vigilancia de los guardias— no podían romperlo.
A las cinco de la tarde, la barquilla del Ayuntamiento, rompiendo con garfios de hierro el hielo que lo circundaba, atracó junto al islote del caimán y sacó al caimán que en él habita, hallándolo vivo y transportándole á sitio más resguardado de la temperatura glacial que reina.
En el espacio que dejó libre la helada se paseaban y zambullían y se agitaban y hacían mil correrías los patos, anades y demás aves acuáticas que en el Parque tienen alojamiento acompañadas de gran número de similares silvestres que en el mismo se han refugiado huyendo del frío de otros lugares. Entre ellas llamaban la atención unas aves llamadas pollas marinas de rico plumaje que también se han avecindado en aquel sitio de recreo.
Las fuentes y surtidores públicos continuaron con sus fantásticos adornos de hielo; si bien de menor duración. Las matas que rodean la fuente de la Plaza de Palacio, presentaban á la caída de la tarde, curiosísimo aspecto de blancas estalactitas que descendían hasta el suelo. Los caballos tritones, los leones y geniecillos de la misma ostentaban gruesos velos de hielo hasta la taza del pilón.
La fuente de Hércules inmediata al palacio de Bellas Artes tenía el aspecto de un gran monumento de hielo.
Los cocheros de tranvías y jardineras llevaban las manos resguardadas por enormes guantes de materia que variaban desde el algodón á la piel de cabra.
Durante la noche fueron muchas las calles donde serenos y vigilantes, deponiendo antiguos odios, departian agradablemente alrededor de hogueras mayores ó menores, en especial en el Ensanche donde la anchura de las calles hace más cruda la acción de la temperatura.
Y á todo esto los termómetros públicos riéndose del frío de la gente. Numeroso público consulta día y noche el termómetro de casa Dalmau en la Rambla y el del Parque y en ellos se encuentra con que señala temperaturas incompatibles con el frío que se siente, y de que esto no es exajeración baste decir que el último, el del Parque, señalaba á las cinco de la tarde de ayer á los curiosos que soplándose los dedos la consultaban, ocho grados sobro cero, cuando la helada escarcha de las cercanías indicaba un calórico muy inferior, debido quizás á estar entre cristales y no á la acción directa del ambiente esterior.
El agua que en las casas particulares tienen en depósitos al aire libre quedó en muchos de ellos helada como también las cañerías de conducción, las cuales estallaron con la presión é inundaron pisos y terrados.
Escusado es decir que en los Mercados las hortalizas aparecían cubiertas de escarcha y que en especial en el de la Boquería donde las vendedoras están poco menos que al aire libre, el pavimento era un enorme y gratuito skating-ring.
Las pobres avecillas que sientan sus reales en los paseos públicos de la capital, tienen para consolarse del frio que sienten la compañía de roquerols avies y otros que de otras regiones han venido á la ciudad.
Las plantas de jardines públicos y particulares han sentido también ios rigurosos efectos de la temperatura, pues son muchas las que han sido victimas de la crudeza de la misma.
Las comunicaciones están interrumpidas en Francia, Austria, Hungría, Italia y Alemania á consecuencia de la gran cantidad de nieve caída.
Están helados el Ebro, Bidasoa, la mayor parte de los secundarios del Norte de España, el Loire, el Marne, el Garona, el Sena y el Ródano en Francia.
El termómetro ha descendido á 14 grados bajo cero en Burdeos, Tolosa, Lión, Setif, Nimes, Moscou, Burgos, Valladolid, Segovia y otras capitales.
En Génova por primera vez desde 1854 se ha helado por completo el puerto.
Estas noticias casi le consuelan a uno del frio que se deja sentir en esta ciudad."
Pintura amb el titol "Embarcació a vela - Veler - El hivern de 1891 al costat del mar" del pintor holandés H. W. Mesdag que ens mostra una imatge marítima d'aquell cru hivern.
Cal recordar que va ser la darrera vegada que l’Ebre es va glaçar, malgrat això no es va glaçar a Tortosa de forma uniforme sinó que van baixar grans blocs de gel pel riu segons informacions i imatges: "Les vores del riu estaven gelades, amb un gruix de glaç de 5mm. Al mig del riu el corrent arrossegava unes masses de gel de 40 a 70 cm de diàmetre, que en arribar al pont de barques es deturaren, ajuntant-se i donant la impressió que el riu era tot glaçat d’una vora a l’altra. Alguns homes s’atreviren a travessar el riu per damunt del glaç. Com que aquella barrera estampia el pont, les autoritats, en previsió de que se l’emportes feren trencar el glaç, i els blocs que en resultaren arribaren sencers fins la Cava. Les vores de l’Ebre davant Amposta es desglaçaren entre les 9 i les 10 del matí." Assaig sobre el clima de l’Aldea, en el terme de Tortosa, de Josep Vía. 1931.
Sens dubte el fred tan intens però especialment continuat, va deixar imatges que 120 anys més tard encara no s’han tornat a repetir com aquesta del Ebre amb grans blocs de gel al seu pas per Tortosa.
Tots aquests freds van acabar de forma sobtada. El dia 21 ja no era tan fred i el sol brillava, donant lloc a un ambient molt agradable, especialment en comparació amb el dies passats, però durant la tarda el vent augmenta la seva intensitat fent-se violent i provocant danys en arbres, mobiliari urbà i deixant la ciutat a les fosques: "A medida qne fué anocheciendo aumentó en impetuosidad el viento hasta convertirse en huracanado á eso de las diez.
A esa hora una ráfaga impetuosísima, ciclónica, cruzó la capital con dirección al mar, tronchando las ramas de los árboles, haciendo crugir puertas y ventanas, volteando persianas y haciendo un lio de cuantos objetos ligeros halló á su paso.
De esta hora en adelante el huracán, que ya este nombre puede dársele, aumentó en violencia é impetuosidad.
Las ráfagas se sucedían unas á otras arrollándolo todo, las ramas de los árboles en los sitios públicos y jardines, volaban por doquier, las persianas que caían con estrépito, el chocar de puertas mal cerradas, el siniestro lamento que exhalában los alambres telefónicos pulsados cual enormes cuerdas de monstruosa arpa por los dedos informes del vendabal, unida á la semi oscuridad de las calles, pues los faroles públicos estaban apagados, hacían medrosa la noche." LV. 22-01-1891.
La mestralada va ser imponent i el canvi de massa d'aire sobtat. El mes de Gener va acabar sense més història, tot i que potser ja n'hi havia prou.
El 2 de Febrer van caure quatre flocs sense agafar durant una posta de sol espectacular: "Al día húmedo, frío y con tendencia á nevar de anteayer, siguió uno magnífico y primaveral de los mejores que se disfrutan en esta ciudad durante el mes de mayo. Lució el sol sus galas fastuosamente, sin que ni una nube ni un celaje empañara en lo más mínimo el calor de sus rayos en la intensidad de su luz.
Por esta causa los paseos viéronse concurridísimos de gente á pie y á caballo, abundando los coches abiertos que no lucieron en la festividad anterior.
Aquello de que si llueve en la fiesta de la Candelaria recrudece el frío, no será este año, al menos por ayer.
Al oscurecer gozóse en la capital de una puesta de sol bellísima, espectáculo que la naturaleza hace muchos días que nos viene proporcionando con gran contentamiento de pintores y artistas.
La de anteayer, que tuvimos ocasión de presenciarla desde el cementerio nuevo, llamó la atención de todos los que en aquel triste, pero pintoresco sitio pudieron apreciarla por el derroche de color con que se presentó.
El cielo estaba cubierto de nubes que acababan de dejar caer numerosos copos de nieve que se desacían al tocar el suelo. Pero allá lejos del horizonte tras las montañas de San Pedro Mártir por un pequeño claro que las nubes dejaron mostróse el sol como un enorme globo de fuego, tiñendo de tonos de color de sangre, las nubes, las montañas y el paisaje.
Los rayos del sol poniente al atravesar la pequeña lluvia de copos de nieve que continuaban cayendo en el horizonte opuesto, reflejaba sobre las nubes de aquel lado un original arco iris en el que dominando la nota roja hacíale parecer como una lejana columna de fuego que surgía del mar.
Las siluetas de las montañas, de las masas de arbolado, de las de edificación destacábanse como recortes negros de aristas encendidas.
La niebla que se levantaba del mar al reflejar los mil tonos que por últimos rayos del sol iban imprimiendo á todos los objetos, quedó durante largo rato de un magnífico color nacarado.
El espectáculo duró largo rato: después fueron apagándose la intensidad de los colores, desapareció el arco iris, las sombras fueron enseñoreándose de la tierra y tan sólo allá lejos, aparecían algunas nubes de color de escarlata que iban amoratándose sensiblemente y haciéndose negras del todo.
Fue un espectáculo magnífico que, como hemos dicho, se repite cada día desde hace una semana." LV. 04-02-1891.
Aquest mes de Febrer van haver alguns dies freds la primera quinzena, es va arribar a -1,5ºC el dia 10, però la resta de Febrer va ser agradable.
El mes de Març va ser una mica més fred respecte a la mitjana climàtica de finals del segle XIX amb alguns dies primaverals alternant amb dies freds que fins i tot van deixar algunes nevades testimonials. Ja començada la primavera astronòmica, el 23 de Març, cau una nevadeta a primera hora que no agafa a la ciutat: "La temperatura continuó en descenso durante el dís de ayer, en el que volvieron á hacer su aparición abrigos que se creian relegados al reposo.
Amaneció cubierto empezando á eso de las ocho una lluvia finísima de copos de nieve que se derretían al contacto del pavimento. Durante el día continuaron los nubarrones velando el sol y tan sólo al anochecer se despejó algo la atmósfera para volver á cubrirse casi por completo de grandes y compactas nubes.
La nevada se ha extendido de la alta montaña de Cataluña á varias poblaciones del llano: el frío es general." LV. 24-03-1891.
A esa hora una ráfaga impetuosísima, ciclónica, cruzó la capital con dirección al mar, tronchando las ramas de los árboles, haciendo crugir puertas y ventanas, volteando persianas y haciendo un lio de cuantos objetos ligeros halló á su paso.
De esta hora en adelante el huracán, que ya este nombre puede dársele, aumentó en violencia é impetuosidad.
Las ráfagas se sucedían unas á otras arrollándolo todo, las ramas de los árboles en los sitios públicos y jardines, volaban por doquier, las persianas que caían con estrépito, el chocar de puertas mal cerradas, el siniestro lamento que exhalában los alambres telefónicos pulsados cual enormes cuerdas de monstruosa arpa por los dedos informes del vendabal, unida á la semi oscuridad de las calles, pues los faroles públicos estaban apagados, hacían medrosa la noche." LV. 22-01-1891.
La mestralada va ser imponent i el canvi de massa d'aire sobtat. El mes de Gener va acabar sense més història, tot i que potser ja n'hi havia prou.
El 2 de Febrer van caure quatre flocs sense agafar durant una posta de sol espectacular: "Al día húmedo, frío y con tendencia á nevar de anteayer, siguió uno magnífico y primaveral de los mejores que se disfrutan en esta ciudad durante el mes de mayo. Lució el sol sus galas fastuosamente, sin que ni una nube ni un celaje empañara en lo más mínimo el calor de sus rayos en la intensidad de su luz.
Por esta causa los paseos viéronse concurridísimos de gente á pie y á caballo, abundando los coches abiertos que no lucieron en la festividad anterior.
Aquello de que si llueve en la fiesta de la Candelaria recrudece el frío, no será este año, al menos por ayer.
Al oscurecer gozóse en la capital de una puesta de sol bellísima, espectáculo que la naturaleza hace muchos días que nos viene proporcionando con gran contentamiento de pintores y artistas.
La de anteayer, que tuvimos ocasión de presenciarla desde el cementerio nuevo, llamó la atención de todos los que en aquel triste, pero pintoresco sitio pudieron apreciarla por el derroche de color con que se presentó.
El cielo estaba cubierto de nubes que acababan de dejar caer numerosos copos de nieve que se desacían al tocar el suelo. Pero allá lejos del horizonte tras las montañas de San Pedro Mártir por un pequeño claro que las nubes dejaron mostróse el sol como un enorme globo de fuego, tiñendo de tonos de color de sangre, las nubes, las montañas y el paisaje.
Los rayos del sol poniente al atravesar la pequeña lluvia de copos de nieve que continuaban cayendo en el horizonte opuesto, reflejaba sobre las nubes de aquel lado un original arco iris en el que dominando la nota roja hacíale parecer como una lejana columna de fuego que surgía del mar.
Las siluetas de las montañas, de las masas de arbolado, de las de edificación destacábanse como recortes negros de aristas encendidas.
La niebla que se levantaba del mar al reflejar los mil tonos que por últimos rayos del sol iban imprimiendo á todos los objetos, quedó durante largo rato de un magnífico color nacarado.
El espectáculo duró largo rato: después fueron apagándose la intensidad de los colores, desapareció el arco iris, las sombras fueron enseñoreándose de la tierra y tan sólo allá lejos, aparecían algunas nubes de color de escarlata que iban amoratándose sensiblemente y haciéndose negras del todo.
Fue un espectáculo magnífico que, como hemos dicho, se repite cada día desde hace una semana." LV. 04-02-1891.
Aquest mes de Febrer van haver alguns dies freds la primera quinzena, es va arribar a -1,5ºC el dia 10, però la resta de Febrer va ser agradable.
El mes de Març va ser una mica més fred respecte a la mitjana climàtica de finals del segle XIX amb alguns dies primaverals alternant amb dies freds que fins i tot van deixar algunes nevades testimonials. Ja començada la primavera astronòmica, el 23 de Març, cau una nevadeta a primera hora que no agafa a la ciutat: "La temperatura continuó en descenso durante el dís de ayer, en el que volvieron á hacer su aparición abrigos que se creian relegados al reposo.
Amaneció cubierto empezando á eso de las ocho una lluvia finísima de copos de nieve que se derretían al contacto del pavimento. Durante el día continuaron los nubarrones velando el sol y tan sólo al anochecer se despejó algo la atmósfera para volver á cubrirse casi por completo de grandes y compactas nubes.
La nevada se ha extendido de la alta montaña de Cataluña á varias poblaciones del llano: el frío es general." LV. 24-03-1891.
Entràvem a la Setmana Santa que mostraria la seva variabilitat, com podem veure ja passava fa més de un segle,doncs fins i tot la neu va aparèixer en una data tant avançada com el 28 de Març: "Por la mañana, que se presentó algo fresca, cayeron ligerisimos copos de nieve que no llegaron á formar colección digna de mentarse." LV. 29-03-1891.
I va malmetre les celebracions de la Pasqua de Resurrecció on les actuacions de les caramelles van acabar de forma sobtada: "Continuó ayer el día cubierto y frío, y por tanto triste en extremo. Podrá creerse que la naturaleza se ha retrasado este año en la organización de la mise en scene, dando colores alegres y tonos de primavera á las festividades del jueves y viernes santo y decorando con colores fúnebres, y matices pálidos y cenicientos la Pascua de Resurrección.
La poética tradición de las caramellas, como adelantamos ayer, se resintió de las humoradas de marzo, viéndose las alegres comitivas sorprendidas á mitad de sus paseos con una lluvia con horrores de chaparrón que duró hasta las dos de la madrugada.
La lluvia, por de contado, disolvió á coristas y curiosos: algunos se refugiaron en los cafés, otros en los pórticos de la plaza Real y la mayoría se disolvieron molestos y malhumorados.
Al cesar la lluvia, los que habían tenido paciencia para esperar, reanudaron sus excursiones resonando hasta el alba por distintos ángulos de la ciudad los alegres sones de las caramellas.
La mañana, como hemos dicho, se presentó húmeda y nublada, con gran desesperación de los fondistas de las afueras que hacen su agosto en estas festividades, pues amenazaba lluvia a cada instante.
Los aficionados á toros temieron también por su fiesta favorita, pues circularon rumores de que se suspendería la corrida por el mal estado del piso de la Plaza.
Afortunadamente para todos, el horizonte empezó á despejarse, el sol á media tarde se dejó ver aunque algo velado por ligeros vapores, que se despejaron por completo al anochecer haciendo presagiar para hoy un buen día de Pascuas. Así sea." LV. 30-03-1891.
Així acaba aquest hivern, un dels més freds del segle XIX, amb onades de fred històriques, que també es presentaren fora de la temporada estricta de fred i que allargà l'ambient hivernal durant gairebé cinc mesos.
Les imatges de Barcelona que apareixen en aquest tema pertanyen al exemplar de La Il·lustració Catalana aparegut el 31 d'octubre de 1890 i que lloava la figura del recentment desaparegut alcalde de la ciutat, Sr. Rius i Taulet.
I va malmetre les celebracions de la Pasqua de Resurrecció on les actuacions de les caramelles van acabar de forma sobtada: "Continuó ayer el día cubierto y frío, y por tanto triste en extremo. Podrá creerse que la naturaleza se ha retrasado este año en la organización de la mise en scene, dando colores alegres y tonos de primavera á las festividades del jueves y viernes santo y decorando con colores fúnebres, y matices pálidos y cenicientos la Pascua de Resurrección.
La poética tradición de las caramellas, como adelantamos ayer, se resintió de las humoradas de marzo, viéndose las alegres comitivas sorprendidas á mitad de sus paseos con una lluvia con horrores de chaparrón que duró hasta las dos de la madrugada.
La lluvia, por de contado, disolvió á coristas y curiosos: algunos se refugiaron en los cafés, otros en los pórticos de la plaza Real y la mayoría se disolvieron molestos y malhumorados.
Al cesar la lluvia, los que habían tenido paciencia para esperar, reanudaron sus excursiones resonando hasta el alba por distintos ángulos de la ciudad los alegres sones de las caramellas.
La mañana, como hemos dicho, se presentó húmeda y nublada, con gran desesperación de los fondistas de las afueras que hacen su agosto en estas festividades, pues amenazaba lluvia a cada instante.
Los aficionados á toros temieron también por su fiesta favorita, pues circularon rumores de que se suspendería la corrida por el mal estado del piso de la Plaza.
Afortunadamente para todos, el horizonte empezó á despejarse, el sol á media tarde se dejó ver aunque algo velado por ligeros vapores, que se despejaron por completo al anochecer haciendo presagiar para hoy un buen día de Pascuas. Así sea." LV. 30-03-1891.
Així acaba aquest hivern, un dels més freds del segle XIX, amb onades de fred històriques, que també es presentaren fora de la temporada estricta de fred i que allargà l'ambient hivernal durant gairebé cinc mesos.
Les imatges de Barcelona que apareixen en aquest tema pertanyen al exemplar de La Il·lustració Catalana aparegut el 31 d'octubre de 1890 i que lloava la figura del recentment desaparegut alcalde de la ciutat, Sr. Rius i Taulet.